Porterhouse Celebration Stout, aire fresco de Irlanda



Al igual que sucede en México tal y como contaba en mi más reciente post, en Irlanda no todo el mercado está dominado por una única marca de cerveza. Si en México era la Corona, en Irlanda ya sabemos quién marca el compás de la partitura cervecera: el poderoso imperio de Guinness y su archiconocida dry stout. En un país donde el número de pintas de Guinness consumidas diariamente excede la población censada, es muy difícil romper la tradición, cumplida fielmente por los parroquianos que cada tarde acuden al pub a tomar una pinta después del trabajo y piden una Guinness. En Irlanda hay varias fábricas más, que merecen nuestra atención y que fabrican stouts que poco a poco van ganando una parcela de terreno cada vez más extensa dentro del mercado, como por ejemplo: BeamishMurphy's y más recientemente O'Hara's. Pero incluso al margen de estas cerveceras, van floreciendo pequeñas micros que nacen en muchos de los casos como brew-pubs, tal y como sucedió y sigue sucediendo en Estados Unidos e Inglaterra, y que suponen un soplo de viento fresco en medio del tradicional mercado cervecero en la isla Esmeralda. Este es el caso de la microcervecera irlandesa que nos ocupa hoy, la PorterHouse, posiblemente la más potente e importante de todas, de la que comentaré una de sus cervezas más destacables, la Celebration Stout Barrel Aged.

Sobre la PorterHouse

Los orígenes de esta cervecera se remontan a 1996, cuando abrió sus puertas la Porter House Brewing Company, que comenzó a elaborar cervezas tradicionales irlandesas de modo artesanal, y que eran vendidas (en un comienzo sólo en barril) en su propio local, ubicado en pleno corazón del barrio más animado de la capital irlandesa, el Temple Bar.


Con el paso del tiempo el local ha ido adquiriendo una gran fama, y es muy frecuentado tanto por   lugareños como por turistas que tienen como nexo en común su pasión por la cerveza. Su amplitud con más de tres plantas, su original decoración con  miles de botellines de cervezas de diferentes países que pueblan sus estanterías, su oferta gastronómica y por supuesto su generosa carta de cervezas en barril y botella, hacen del Porterhouse Bar un local imprescindible dentro de cualquier ruta de ocio que discurra por Dublín

Tras varios años se han ido abriendo más locales bajo el mismo nombre de “The Porterhouse” (y no sólo en Dublín, donde tienen un total de 5 locales abiertos, sino también en el resto de Irlanda, Inglaterra e incluso Estados Unidos) y actualmente, también se ha abierto un hotel con encanto en la costa irlandesa, a tan sólo media hora de camino desde Dublín. 

Durante varios años han mostrado reticencias a la creciente demanda existente para que comercializaran sus cervezas fuera de sus locales, pero al final, la compañía cedió y tomó la decisión de embotellar sus cervezas para poder venderlas al exterior, aunque cumpliendo la premisa de continuar siendo meticulosos, poniendo el máximo esmero y cuidado por todos los detalles que forman parte del proceso de elaboración, y que se traducen en la calidad del producto final. 

Obviamente en la calidad de la cerveza, no sólo influye el proceso de elaboración, sino también las materias primas empleadas. La Porterhouse utiliza 5 clases distintas de malta para sus cervezas, entre las que se encuentran las mejores de toda Irlanda, y en algunos casos como sucede con sus porter, utilizan también cebada cruda sin maltear, lo que les aporta un carácter especial. En cuanto a los lúpulos, se importan los más frescos y mejores lúpulos de República Checa, Alemania, Estados Unidos, e incluso de páises más exóticos y lejanos como Nueva Zelanda. La levadura proviene a su vez de la Old Romsey Brewery de Kent, que goza de un inmejorable prestigio entre la comunidad cervecera

En la gama fabricada por la cervecera irlandesa podemos encontrar cervezas de diferentes estilos como la Hersbrucker una European Pale Lager, la Temple Bräu, otra curiosa lager,  o incluso una Oyster Stout, uno de los estilos más peculiares dentro de las cervezas oscuras. También es posible encontrar sus cervezas más afamadas como la Plain Porter, una Dry Stout, o la Celebration Stout, una potente Stout con 7% de alcohol, y la versión añejada en barrica que con 11º es la cerveza más alcohólica de la firma.

La cerveza comentada hoy, podríamos incluirla dentro de las Imperial Stout por varias razones, pero posiblemente uno de los motivos de mayor peso sean sus potentes 11º de alcohol, que incrementan su potencia de sabor, y vienen acompañados de un mayor cuerpo y riqueza de matices, siendo en definitiva una cerveza muy oscura y poderosa. Si además le añadimos la particularidad de que ha sido añejada en barricas donde durmió anteriormente whisky irlandés, el crisol de matices se transforma en espectacular. Sin duda es una de las técnicas que actualmente tiene un mayor recorrido por delante, con un abanico de posibilidades muy amplio.






Cata:

Graduación: 11º
Temperatura de consumo: 12ºC-14ºC
Vaso recomendado: Copa Teku, o sniffer.
V    
Aspecto: Negro azabache y de aspecto denso y petrolífero. La capa de espuma que podemos apreciar tras el servicio en copa es de amplitud media de apenas 1 dedo de espesor, pero de un aspecto inmejorablemente atractivo, gracias a su color marrón canela, o café con leche, y su aspecto esponjoso, aunque por contra no resulta muy duradera, ni deja rastros reseñables resbalando en el vidrio. 

Aroma: Entre los olores que libera esta cerveza destacan los provenientes de la malta torrefacta, siendo los más intensos, con notas muy pronunciadas de café espresso, grano quemado, vainilla, turba y whisky. Con 11º de alcohol, resulta difícil que éste no aparezca en el aroma, pero en este caso casi logra un total mimetismo en el conjunto, al quedar oculto bajo el perfumado manto descrito.

Sabor y textura: Cerveza con mucho cuerpo y textura cremosa, algo oleosa. Mientras que en nariz predominan más los matices tostados, quemados con un gran protagonismo del café, en boca el chocolate negro hace acto de presencia, acompañado desde el primer trago por otros matices muy suaves como whisky y madera, creando un sabor potente muy duradero durante el desarrollo de todo el trago hasta el regusto. A medida que va ganando temperatura, los matices descritos se potencian y afloran algunos nuevos como fruta oscura toffee, y almendras. El final resulta algo dulce, con un regusto seco y un suave ardor, dando al conjunto una sensación cálida y reconfortante. Una cerveza de salón y buena conversación.

Maridaje: Milhojas con mousse de chocolate y almendras.

Nota



Comentarios

  1. Muy buenas Juan! Menuda pinta que tiene esta cerveza! He podido probar unas cuantas de esta casa pero concretamente esta no se me la he cruzado nunca así que si la habéis incorporado a Labirratorium me encantaría saber si podrías traer una a Noblejas, si es que tienes pensado ir, que imagino y espero que así sea :).

    Un abrazo!!

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    1. Muy buenas Pau. Ciertamente es una cerveza fantástica, que sorprende viniendo de Irlanda, a pesar de ser un país donde las stout son casi una religión con millones de adeptos. Porterhouse da un paso más allá, y hace cosas diferentes, subiendo algún escalón en calidad y complejidad. Desgraciadamante no la tenemos en la tienda. La consumí en casa de un amigo, así que, aún pensando en ir a Noblejas, que iré si el tiempo no lo impide, no podré llevártela, pero lo mismo alguna sorpresita si tienes. A ver si conseguimos algo interesante ;) Un abrazo!

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  2. JAB voy a ir a Dublín en breve y sin duda visitaré este pub. He pasado varias veces por la zona de Temple Bar, viajo mucho a Dublín, pero me parecían todos iguales. Iremos a Porterhouse! Estuve ya en Guinness Storehouse y me encantó por la vistas, no por la cerveza.
    Seguid el trabajo duro en Labirratorium, probablemente vaya a la cata.

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