Gambrinus, una legendaria rubia checa

A pesar de que la República Checa es uno de los países cerveceros por antonomasia, no ha ocupado demasiadas líneas dentro de mi blog, quizás más inclinado por mis gustos particulares, hacia las cervezas belgas, británicas o alemanas, al aportar en general mayor complejidad y diversidad, ya que respecto a las cervezas checas me he limitado principalmente a las pilsen que tanto abundan en aquel país. En cualquier caso, he reparado últimamente en esta ausencia, y he decidido volver a hablar de una cerveza checa cuyo nombre os resultará familiar, a pesar de que esta cerveza no es fácil de encontrar en España. Estoy hablando de la Gambrinus Premium. Uno de los viajes que afortunadamente he podido hacer por toda Europa, me hizó recabar en Praga, una ciudad preciosa, con una cultura cervecera de siglos de historia y tradición. No pude dejar pasar la ocasión para traerme conmigo un pequeño surtido de las cervezas que encontré, y entre ellas se encontra la mencionada Gambrinus que será de la que hable hoy.

La Gambrinus es una de las cervezas más populares de la República Checa. El nombre de esta cerveza, Gambrinus, es el mismo que el nombre del personaje que posiblemente haya acumulado más leyendas e historias detrás de él, relacionadas con la cerveza. Seguramente, muchos de los que leis estas líneas conozcáis la red de establecimientos Gambrinus, una franquicia de bares de tapas que funciona bastante bien en España. Pues bien, el nombre de la cadena de establecimientos está inspirado igualmente por el legendario personaje. También este personaje es el  protagonista de las campañas publicitarias de la cervecera Cruzcampo, intimamente unida a la franquicia antes mencionada.
Gambrinus vivía en un encantador pueblo de Flandes, llamado Fresnes-sur-Escaut. El joven Gambrinus estaba enamorado de un bella muchacha llamada Flandrin, que resultaba ser la hija de su maestro en la vidriería en la que trabajaba. Pero a la par, Gambrinus se encontraba triste y contrariado puesto que su amor no era correspondido. 
Continuando con una serie de desafortunados acontecimientos se vio envuelto una noche en una pelea, por la que fue hecho prisionero y encarcelado en la prisión de Fresnes. Una vez aclarado en el juicio el asunto de la reyerta, y tras salir de la cárcel, se sentía tan desdichado que intentó suicidarse, pero justo antes de hacerlo, el diablo le visitó y le ofreció poder tener un don mediante el cual,  le haría ganar el amor de Flandrin y de no conseguirlo le enseñaría como poder olvidar ese tremendo pesar que le mantenía afligido.

La historia continúa contando que a partir de entonces, y gracias al pacto que hizo con el diablo, Gambrinus llegó a ser un músico y bailarín excelente. Un joven muy apuesto y embaucador. Pero a pesar de ello, sus nuevas dotes tampoco fueron suficientes para poder cautivar a Flandrine, que le volvió a rechazar. Después de esta nueva decepción el diablo volvió a reunirse con Gambrinus, al que le dio unas extrañas semillas y le enseñó cómo fabricar una original y amarga bebida con ellas, que sería capaz de curar su mal de amores.

Aquella bebida, era como todos imaginaréis la cerveza, el único remedio eficaz que lograría curar las heridas de amor del joven aprendiz de vidriero. Gambrinus empezó a elaborar y beber cerveza y, a medida que bebía y bebía más jarras, el recuerdo de su amada Flandrin se fue diluyendo poco a poco en su memoria. La cerveza, pues, hizo olvidar a Gambrinus su mal de amores para siempre y lo convirtió a su vez en el Rey de la Cerveza. Volviendo de nuevo a  la cerveza, la Gambrinus, comparte maltería y unidades de filtrado y llenado con la conocida Pilsner Urquell (ya comentada en el blog), aunque las plantas de producción de ambas cerveceras se mantienen por separado. 

Dentro de la gama de cervezas producidas destacan aparte de la Premium: 
- Gambrinus Pale.
Gambrinus Svetly.
- Gamrbinus Excellent.
Cata:
Graduación: 5º
Color:
De color amarillo dorado. Alegre, vivaz, con carbonatación media y burbuja fina. Buena capa de espuma para coronar el vaso.Aroma:
Aroma ligeramente dulzón, con la malta por encima de cualquier otro olor. Matices 
sutiles de caramelo, hierbas y cítricos que complementan el conjunto.
Sabor
De cuerpo medio a ligero. Sedosa en el paladar, ofrece un gusto dulce a cereal, predominantemente maltoso pero que se desvanece rápidamente para dar paso al lúpulo y un amargor moderado. Buen equilibrio y sensación refrescante. Una representante perfecta, aunque no la mejor, de la cerveza pilsen checa, pero igualmente rica. Ideal para consumir habitualmente si cansarse de ella.

Nota:7


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