Floris de chocolate

En esta ocasión, voy a hablar sobre una cerveza que podría ser considerada una rareza, aunque no es la única de su tipo. Estoy refiriéndome a las cervezas de chocolate. Sí, sí... habéis leido bien: cervezas de chocolate, o más bien "con chocolate", y concretamente dentro de este tipo de cervezas, trataré acerca de la Florís de chocolate.
Seguramente muchos habréis oido hablar sobre las cervezas de frutas, e incluso habréis tenido oportunidad de probar alguna. Son especialmente populares las cervezas de frambuesa y de cereza, como por ejemplo las Morte Subite, que forman parte incluso de una familia o tipo de cerveza con mucha tradición en algunos países como Bélgica. Lo que es más extraño, es oir hablar de cervezas de chocolate, y doy fe de que se existen.
Haberlas, haylas, como dirían los gallegos. No son fáciles de encontrar en España, y dado lo extraño de la mezcla, es cierto que no son muy conocidas en nuestro país, salvo por los aficionados a las cervezas de importación. Esta cerveza la podéis tomar en La casa de la cerveza, situada en la calle Luchana de Madrid, o bien la podéis encontrar en alguna tienda por internet de cervezas de importación, como la valenciana "estucerveza"  (http://www.estutienda.com/estucerveza/index.asp), que por cierto funciona muy bien.

Las cerveza Floris de chocolate, forma parte de una gama más amplia de cervezas (las hay de fresa, manzana, miel, incluso cactus!!!).
Las cervezas Floris en realidad están compuestas por una witbier (cerveza de trigo belga) aromatizadas intensamente con sabores dulzones dando lugar a tan extrañas mezclas. Estas cervezas son producidas por la cervecera belga Brouwerij Huyghe, responsable además de la fabricación de la afamada cerveza Delirium Tremens, que seguramente muchos conoceréis, y de la que hablaré en otro post. 
 

 
CATA:

Graduación: 3º

Color: Cerveza oscura, de color amarronado. La capa de espuma formada es de gran espesor y de color crema.
Aromas: Es tan importante la presencia del chocolate, que anula prácticamente por completo el resto de los aromas, que quedan ocultos bajo un manto de cacao tan intenso, que aunque agradable, le resta presencia al resto de olores.
Sabor: En boca, resulta una cerveza de cuerpo ligero, y en paladar ocurre como con los aromas. La presencia del chocolate predomina sobre los matices florales y de la malta, por lo que es una cerveza predominantemente dulce, con un leve toque de acidez, debido a la malta de trigo empleada en la elaboración, y de amargor al final, aunque poco apreciable

En resúmen: como curiosidad puede resultar divertida la experiencia. El sabor no me resultó desagradable, pero como cerveza no aporta nada reseñable al aficionado cervecero, de hecho la mayoría la detestan. Para aquellos que no sean especialmente aficionados a la cerveza, les puede gustar pero, seguramente a más de uno le parecerá un tanto empalagosa.
En realidad yo la consideraría más bien como un refreco o batido, que como una cerveza en sí misma, por lo que la puntuación que le doy es baja.

Nota: 3/10

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